Los 10 nevados del Perú que dominan los Andes

El Perú es un país de paisajes imponentes, donde la Cordillera de los Andes atraviesa su territorio dejando a su paso cumbres majestuosas que rozan el cielo. Estas montañas cubiertas de nieve no solo son desafíos para montañistas y tesoros naturales, sino también guardianes espirituales para las culturas andinas, quienes los consideran sagrados «Apus», protectores milenarios del mundo andino. A continuación, conoce las diez montañas más elevadas del país, verdaderos titanes helados que se elevan sobre los 6,000 metros.

1. Huascarán – El gigante blanco de los Andes (Áncash)

Con sus 6,757 metros de altitud, el Huascarán ostenta el título de ser la cumbre más alta del Perú. Este coloso se impone en el corazón de la Cordillera Blanca, dentro del Parque Nacional que lleva su nombre. Sus dos picos principales —norte y sur— se elevan sobre un entorno de lagunas glaciares y profundos valles, convirtiéndose en un destino legendario para los amantes del montañismo.

Ubicación: Provincias de Yungay y Carhuaz, región Áncash.

2. Yerupajá – La cima más desafiante (Huánuco, Áncash y Lima)

Conocido como “el coloso del Huayhuash”, el Yerupajá alcanza los 6,635 metros y se distingue por su silueta imponente y vertical. Su perfil escarpado lo convierte en uno de los retos más complejos del alpinismo sudamericano. Su nombre proviene del quechua y puede traducirse como “nieve brillante al amanecer”.

Ubicación: Cordillera Huayhuash, entre las regiones de Huánuco, Áncash y Lima.

3. Coropuna – La montaña dorada del sur (Arequipa)

El Coropuna, de 6,425 metros, es la montaña más alta del sur peruano y también un antiguo volcán dormido. Su cima reluce cuando los primeros rayos del sol la iluminan, razón por la cual fue nombrada “montaña dorada”. En sus laderas se hallaron restos de rituales incas, lo que demuestra su importancia como santuario sagrado.

Ubicación: Provincia de Castilla, región Arequipa.

4. Huandoy – El fogón de piedra (Áncash)

Situado en la Cordillera Blanca, el Huandoy se eleva hasta los 6,395 metros. Su nombre quechua hace referencia a una “piedra ardiente” o “fogón de montaña”, y sus cuatro picos le dan una apariencia única. Desde lejos, se aprecia como un trono glaciar. Sus laderas albergan rutas escénicas que fascinan a senderistas y exploradores.

Ubicación: Distrito de Yungay, región Áncash.

5. Ausangate – El espíritu de la cordillera del Vilcanota (Cusco)

El Ausangate es el nevado más alto de la región Cusco con 6,385 metros. Considerado uno de los Apus más venerados, es protagonista de la peregrinación de Qoyllur Rit’i, una de las más importantes del mundo andino. Además de su valor espiritual, es un lugar espectacular para rutas de trekking entre glaciares, lagunas y pastizales altos.

Ubicación: Provincia de Quispicanchi, región Cusco.

6. Huantsán – El titán escondido (Áncash)

Con sus 6,370 metros, el Huantsán se ubica entre los picos más altos de la Cordillera Blanca, aunque menos conocido por el público general. Su perfil agudo y sus paredes nevadas lo convierten en un reto de alto nivel técnico. Desde su cima, se obtiene una vista privilegiada del entorno andino.

Ubicación: Provincia de Huari, distrito de Chavín de Huántar, región Áncash.

7. Chopicalqui – El pico central de la Cordillera Blanca (Áncash)

El Chopicalqui, con sus 6,355 metros, es el tercer pico más alto dentro del macizo del Huascarán. Su nombre proviene del quechua y puede interpretarse como “quebrada en el centro”. Es uno de los nevados más frecuentados por escaladores gracias a sus rutas accesibles y paisajes panorámicos de vértigo.

Ubicación: Provincia de Yungay, región Áncash.

8. Siula Grande – Escenario de hazañas extremas (Lima y Huánuco)

Este nevado alcanzó fama internacional por el libro Touching the Void, que narra una dramática historia de supervivencia. El Siula Grande, con 6,345 metros de altura, se levanta como una muralla de hielo en la cordillera Huayhuash. Sus laderas y cumbres son símbolo de aventura y resistencia.

Ubicación: Frontera entre las regiones de Huánuco y Lima.

9. Chinchey – El felino oculto de la Cordillera Blanca (Áncash)

Conocido como “el puma escondido” en quechua ancashino, el Chinchey llega a los 6,310 metros. Este macizo tiene múltiples cumbres nevadas y forma parte de los paisajes protegidos del Parque Nacional Huascarán. A pesar de su grandeza, es uno de los menos explorados, lo que le añade un halo de misterio.

Ubicación: Provincia de Huaraz, región Áncash.

10. Ampato – Donde descansa la Dama de Hielo (Arequipa)

Este majestuoso volcán de 6,290 metros no solo impresiona por su tamaño, sino también por su historia. En su cima se halló la famosa momia Juanita, ofrendada por los incas durante un ritual sagrado. El Ampato, aunque inactivo, domina el paisaje de la sierra arequipeña y es uno de los nevados más simbólicos del sur peruano.

Ubicación: Provincia de Caylloma, región Arequipa, a unos 80 km de la ciudad de Arequipa.

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