Table of Content
- Origen del Señor de los Milagros: Una historia nacida en Pachacamilla
- Un mural que desafió el tiempo y fortaleció la fe
- Nacimiento del culto y la primera procesión en Lima
- El Señor de los Milagros como protector de Lima
- Octubre: El mes morado y la fiesta del pueblo
- Costumbres y símbolos que acompañan la fe
- El Señor de los Milagros, un símbolo eterno de unidad y esperanza
La fe del pueblo peruano tiene un emblema profundamente enraizado en su identidad: el Señor de los Milagros, también llamado Señor de Pachacamilla, es una de las manifestaciones religiosas más multitudinarias de Latinoamérica. Su veneración, que comenzó hace más de 350 años en un barrio humilde de Lima, continúa reuniendo a millones de fieles cada mes de octubre, dentro y fuera del Perú.
Descubre aquí el origen, los milagros, las costumbres y el legado cultural que hacen del mes morado una de las celebraciones más emblemáticas del país.
Origen del Señor de los Milagros: Una historia nacida en Pachacamilla
¿Dónde comenzó todo?
La devoción al Señor de los Milagros se remonta al siglo XVII, en el antiguo barrio limeño de Pachacamilla, hoy ubicado entre las avenidas Tacna y Emancipación. En ese entonces, la zona era habitada por comunidades afrodescendientes y pobladores marginados.
La aparición de la imagen
El 13 de noviembre de 1655, un fuerte terremoto sacudió Lima y destruyó gran parte de la ciudad. Sin embargo, un muro quedó milagrosamente en pie: en él estaba pintada la figura de Cristo crucificado, acompañada por el sol y la luna. Para muchos, ese hecho fue una señal divina.
Diversas teorías giran en torno al origen de la pintura:
- Una versión sugiere que fue obra de un esclavo angoleño como símbolo de esperanza.
- Otra, respaldada por la historiadora María Rostworowski, vincula su creación a antiguos rituales de Pachacámac, ocultos bajo símbolos cristianos.
- Algunos creyentes afirman que la imagen fue revelada por un acto milagroso.
Un mural que desafió el tiempo y fortaleció la fe
Primeros milagros que cimentaron la devoción
Uno de los primeros devotos, Andrés de León, cuidaba la imagen a diario. Según los relatos, fue sanado de una grave enfermedad en la piel tras su constante veneración. Este evento atrajo a más creyentes, y la imagen ganó notoriedad.
Cuando el virrey Conde de Lemos intentó eliminar el culto, varios intentos por borrar la imagen fueron frustrados por temblores repentinos y lluvias inesperadas. Estos sucesos consolidaron la creencia de que se trataba de una figura sagrada intocable.
Nacimiento del culto y la primera procesión en Lima
Con el paso del tiempo, el virrey no solo permitió conservar la imagen, sino que ordenó construir una capilla. Posteriormente, el artista José de la Parra añadió otras figuras al mural, como la Virgen María y María Magdalena, dando forma al ícono actual.
En 1687, un nuevo terremoto provocó la primera procesión oficial, cuando los fieles decidieron sacar la imagen a recorrer las calles. Desde entonces, la imagen sobre andas se convirtió en un símbolo de esperanza y unidad para todo Lima.
El Señor de los Milagros como protector de Lima
La popularidad del culto creció gracias a figuras clave como:
- Sebastián Antuñano, quien organizó las primeras procesiones.
- La Madre Antonia, fundadora del Instituto Nazareno de beatas, cuyo hábito morado se convirtió en símbolo de devoción.
En 1715, el Cabildo de Lima lo declara “Patrono Jurado y Custodio de la Ciudad”, y en 1730 se erige el Monasterio de las Nazarenas, consolidando el culto oficial a nivel eclesiástico y social.
Octubre: El mes morado y la fiesta del pueblo
Cada año, octubre se tiñe de morado. Millones de personas salen a las calles de Lima para acompañar al Señor de los Milagros en sus procesiones multitudinarias. Desde el primer sábado del mes, la imagen visita iglesias, hospitales, y recibe homenajes de autoridades civiles y religiosas.
Dato curioso: Hoy en día, la devoción ha traspasado fronteras. Hay procesiones en Arequipa, Trujillo, Huancayo, y en países como España, Argentina, Estados Unidos, Italia y Japón.
Costumbres y símbolos que acompañan la fe
Turrón de Doña Pepa
Creado por Josefa Marmanillo, una mujer curada milagrosamente. Su turrón con miel, grajeas y anís es el dulce típico del mes de octubre.
Mazamorra morada y picarones
Postres tradicionales que se venden en cada esquina durante la procesión, acompañando la festividad con sabor y tradición.
Alfombras florales
Diseños artísticos realizados con pétalos, que decoran el suelo donde pasará la imagen, como símbolo de respeto y fe.
Cirios y velas
Los fieles caminan con velas encendidas como ofrenda. Estas velas muchas veces están decoradas con imágenes y plegarias personales.
El Señor de los Milagros, un símbolo eterno de unidad y esperanza
El culto al Señor de los Milagros no solo es una celebración religiosa: es un símbolo de identidad nacional, de fe compartida y de resistencia cultural. Más de tres siglos después, sigue emocionando, sanando, y reuniendo a millones de peruanos bajo un mismo color: el morado de la devoción.